La obra no hay quien la trabaje. El tiempo ya dilatado del construir todavía se alarga más. El proceso deviene estado. La obra te escupe. De puta madre. Pocas obras que hay, como para que se ralentice la cosa. Y ahora, ¿qué?
Plegarse al tiempo, como el cuerpo se somete a los primeros bochornos de junio que, aquí en Barcelona, se muestra severo y sucio. Calor y humedad que adormecen la conciencia. La inteligencia reducida a neuronas sudorosas en un metro en hora punta. El acto es ahora instinto, el hacer se acerca a lo sexual mientras una neblina oculta el mañana. ¿A quién coño le importa lo por venir? En este estado de inteligencia confusa el tiempo es el ahora.
De esta guisa iniciamos el teclear por este blog. Con la misma materia de tiempo distraído en l'Ateneu Torrellenc, como quien sublima contrariedades.
Allá vamos.
FICHA TÈCNICA: Ateneu Torrellenc. El que subscribe de arquitecto. Promueve MMAMB y Ajuntament de Torrelles de Llobregat.
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