" En la oscuridad el cuerpo estalla en fragmentos, que se convierten en objetos separados. Existen por sí mismos. Sólo el tacto logra que existan para mí. El tacto es limitado. A diferencia de la vista, no abarca la persona completa. El tacto es invariablemente fragmentario: divide las cosas. Un cuerpo conocido a través del tacto no es nunca una entidad; es, si acaso, una suma de fragmentos."Esta es la cita a la que necesita recurrir Juan Manuel. Las palabras provienen del Breve tratado de erotismo, supuestamente escrito por Jan Kott, autor y crítico teatral polaco. Juan Manuel es uno de los personajes entre los que se desliza uno de los cuentos más conocidos de Sergio Pitol, Nocturno de Bujara. En estos cuentos la vida, sobre todo la del propio autor, y la literatura se confunden, sus límites se disuelven. Los personajes, y el autor enmascarado entre ellos, necesitan recurrir a la narración y a la literatura para comprender o aprehender las cosas de la vida. En el caso de la cita se trata de una boda en Bujara, y de lo inexacto e incompleto de nuestro conocimiento; y también de la existencia: sólo la zona que se recorre con el tacto es real; y también, porque no, de las tópicas bipolaridades estéticas: de lo táctil y lo visual, de lo clásico y lo barroco, de la abstracción y la empatía.
La literatura de Sergio Pitol está hecha de narraciones, de sus viajes y de su vida, y ésta de "todos los libros que ha leído, de la música que ha escuchado y los cuadros que ha visto". Por eso en sus cuentos uno tropieza entre citas con revelaciones poéticas como la que encabeza estas líneas. Y por eso yo me he convertido a esta religión, la literatura de Sergio Pitol, y pretendo evangelizar a quien me rodea.
Cúpula de la iglésia del monasterio de Osios Lukas, s. XI. donde las iglesias bizantinas se fragmentan, se convierten en sumas de fragmentos, y se pierde de vista el cuerpo unitario del templo y la basílica, como explica Riegl.
Ya te lo dije: ilustrar una entrada sobre erotismo con cúpulas en lugar de con cópulas me parece confuso.
ResponEliminaLa propuesta de cambiar vista por tacto cuando se trata de conocer a alguien me parece buena... dependiendo de ese alguien, claro. Me temo que Pitol (grande, Pitol..!) se refiere a un "conocer" muy en sentido bíblico. Jodido viejo verde...