Así que discutiendo después del cine, no tardó en aparecer Baudrillard, y la imaginación en el centro de los dispositivos de poder, la imaginación (o creación de imágenes) como medio de seducción que genera el deseo, el dispositivo esencial de la sociedad de consumo. O sea, que nos vamos a casa sin acertar a saber si Bankolé era o no un agente doble, y con la duda de si ser agente doble es el destino del artista contemporáneo, o incluso del arquitecto en la medida de la capacidad de generar nuevos imaginarios.
Es evidente que los arquitectos somos capaces de crear, o reproducir imaginarios por otros creados, destinados a la seducción y al estímulo del consumo. Pero, ¿es esta imaginación capaz de inquietar a nadie?, sinceramente, yo no veo caras de preocupación, quiero decir en clientes u otros agentes de control. Como mucho si a alguien puede liberar la capacidad de imaginar serà a nosotros mismos, y es que el viaje de Bankolé es un viaje interior.
Lo que sí sabemos es que hemos disfrutado, y mucho, de unas bellisimas, y controladas, imágenes, acompañadas de una cuidada música, que como en las variaciones de una sonata clásica se repiten delicadamente a lo largo de las casi dos horas de película. Quizá, como dice Nini, detrás de estas frías y distantes imágenes sólo hay imágenes (del propio Jarmush, en este caso) y ella prefiere, seguramente yo también, a aquellos autores que lejos de escudarse o buscar subterfugios, se enlodan, y embarrados hasta el cuello no les da miedo el ridículo.
No está de más decir que es todo un placer discutir de cine con Nini, y que esta entrada nace de la estimulante conversación con ella.
Como las casualidades no existen, dejemos que hable Sáenz de Oiza a propósito del protagonista de piedra de la primera parte de la peli:
ResponElimina"Cuando hice Torres Blancas tuve un único objetivo: molestar a la gente, agredir al paisaje, de tal manera que la gente levantara la cabeza y dijera: ¡Caramba!, pero ¿tanto bien o tanto daño se pueden hacer con la arquitectura?… ¡Sí, señor! ¡Estamos cansados de hacer paisajes grises, ambientes no molestos en los cuales a lo mejor no es penoso vivir pero tampoco es gratificante!"
Ostres!!, em sembla genial la no casualitat, me encanta!
ResponEliminaAra, no se si Oiza era concient que Torres Blancas es convertiria en un icona del bon gust per a certa burgesia madrilenya
És que la societat és la cosa més sostenible del món mundial: ho degluteix tot. Ja pots jugar-hi a la contra, que t'acaba empassant...
ResponElimina